Ingredientes para 4 personas
300 grs de queso blanco para untar (Fhiladelfia light)
125 g de azúcar
3 hojas de gelatina neutra
1 brik pequeño de nata para montar
Para la salsa:
8 albaricoques maduros
40 g de azúcar
1/2 limón
Preparación:
Exprime el limón y filtra el zumo obtenido. Lava los albaricoques y sécalos frotándolos bien con un paño para eliminar la pelusilla. Pártelos por la mitad, retíra el hueso y trocéalos.
Ponlos en un cazo con el azúcar, 2 cucharadas de agua y el zumo de limón. Cuece 10 minutos a fuego lento y pásalos por la batidora. Déjalo enfriar.
Coloca las hojas de gelatina en un cuenco, cúbrelas con agua fría y deja que se ablanden durante 5 minutos. Pon el queso para untar en un cazo, añádele 100 g de azúcar y caliéntalo a fuego lento y removiendo constantemente hasta que esta ultima se haya disuelto y la mezcla casi llegue a ebullición.
Escurre la gelatina apretándola con la mano y agrégala a la mezcla de queso y azúcar caliente; remueve hasta incorporarla. Monta la nata, que debe estar bien fría, con el resto del azúcar; te resultará más fácil con las varillas eléctricas. Agrégala a la mezcla de queso, poco a poco y con movimientos envolventes de abajo arriba.
Reparte la mezcla en moldes y déjala cuajar en la nevera al menos 5 horas. Desmolda y sirve con la salsa de albaricoque y unas hojitas de menta, lavadas y secas.
